jueves, 26 de noviembre de 2009

CUENTOS - Autor: José Armando Pozo Silva

LA NIÑA QUE SALVO LA BANDERA NACIONAL DE BOLIVIA

Cuando los soldados chilenos al puerto de Antofagasta el 14 de febrero de 1789 los pobladores huyeron en todas direcciones confundidos y aterrorizados entre el silbido de las balas el saqueo e incendios de almacenes
Genoveva ríos una niña de 14 años a tiempo de abandonar el pueblo querido vio que aun flameaba nuestra bandera izada en el edificio de la policía desde tempranas horas aquel día.
La niña sin pensar el riesgo que corría subió y entro por unas de las ventanas y retirando la bandera la escondió bajo su vestido como si en ese paño tricolor estaba escondiendo la imagen de la patria.
Así esta valiente niña, salvo de ser pisoteada o quemada por los invasores.

Autor: José Armando Pozo Silva

AL LIBERTADOR BOLÍVAR

Quiso Dios de feroces, formar un gran imperio y creo a Manco Cápac.
Peco su raza y mando a Pizarro. Después de tres siglos de expiación a tenido piedad de la América y os a enviado a vos.
Sois pues el hombre de un designo providencial nada de lo hecho antes se paréese a lo que habéis hecho vos y para que alguno os imite será preciso que haya un mundo en libertad.
Habéis fundado cinco republicas que en el inmenso desarrollo a que están enviadas a vuestro nombre donde ninguno otro ha llegado.
Con los siglos crecerán vuestra gloria como crece la sombra cundo el sol declina.

Autor: José Armando Pozo Silva

EL CHARCO

Llovió esta tarde y frente a mi casa, en el empedrado lleno de baches se ha formado un charco. Parece un dedazo de espejo tirado en medio de la calle.
Al anochecer, sereno ya el tiempo, unos gorriones que tienen sus nidos en cerro de las campanillas azules, vinieron a beber en él. Luego un perro vagabundo, flaco y peludo se acercó a apagar su sed. Al reflejar un trozo de cielo se ha llenado de estrellas. Mañana cuando pasen para el mercado los carros de verdura y fruta, desgarraran su agua serena, y el sol lo absorberá gota a gota.
El charco entonces se irá a las nubes como las almas buenas que se van al cielo después de haber apagado su sed a los dulces pájaros y a los perros sin dueño.
Es decir, amando, soñando y sufriendo.

Autor: José Armando Pozo Silva


EL PAN DE CADA DÍA

El pan no se tira, se besa dice Carlitos. En efecto su presencia infunde respeto. Aún se conserva la costumbre, cuando se cae el pan ay que levantarlo y besarlo como si fuera el mismo rostro de Dios. Esta actitud humilde es un símbolo de amor a la Tierra que nos lo da y que el respeto al sudor del hombre que lo gana. Por eso decimos’’ Aprende a ganar el pan con el sudor de tu frente’’
Trigo sembrado al frió y al roció Espigas cosechadas a pleno sol en verano. Granos triturados para obtener la harina amasada con cariñoso esfuerzo pan cocido al horno y bendecido en la mesa hogareña pan de cada día.

Autor: José Armando Pozo Silva

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