jueves, 19 de noviembre de 2009

CUENTOS - Autor: James Cesar Chambi Quispe

EL PERRO CALLEJERO


Había una vez un perro que estaba en la calle y no tenía que comer y solo comía de la basura de los basureros en los que había comida o por lo menos sobras de comidas.
Un día un buen hombre lo vio y sintió pena de él, entonces lo llevo a su casa donde le dio comida y lo alimento bien.
El perro ya no sintió hambre y hasta pensó que ya no necesitaba comer de su plato en el cual tenía comida de sobra.
Otro día la esposa se cansó de limpiar sus desperdicios y de ordenar lo que él desordenaba y decidió reclamar que lo deje porque ella tiene que limpiar, barrer y arreglar todo el desorden que dejaba el perro, pero el hombre se negó.
Un día el hombre descubrió que el perro tenía más afecto hacia él que hacia su esposa y decidió llamarlo: “El mejor amigo del hombre”.
Todos los hombres le creyeron porque también ellos tenían un perro y daban más afecto hacia ellos que hacia sus esposas.
Entonces a todos los perros les empezaron a decir: “El mejor amigo del hombre”.


Autor: James Cesar Chambi Quispe



EL POZO DEL SAPO


Había una vez un pozo que nadie sabía de quien era, entonces se propusieron en compartirlo todos cuando lo necesitasen.
Pero el pozo era de un sapo ya mayor que al ver que ellos lo utilizaban decidió ir a hablar con el alcalde para que dejen de usar su pozo, porque cuando él tenía sed no encontraba ni una gota de agua; entonces fue, encontró al alcalde y le explicó que el pozo era una herencia de su familia que había pasado de generaciones en generaciones entonces el alcalde le dio una propuesta en la cual decía que siempre dejen tres cuartos del pozo para el propietario que era el sapo.
Todos se vieron a usar en menor cantidad el agua que antes utilizaban pero no alcanzaba para toda la gente del pueblo.
Al ver esto el generoso sapo dejo que el pozo sea de la gente del pueblo y de la familia del sapo, mitad para la familia del sapo y mitad para el pueblo entonces alcanzaba para el sapo y su familia y también para el pueblo.


Autor: James Cesar Chambi Quispe


EL RELOJ DEL PUEBLO


Había una vez en un pueblo un reloj que estaba colgado en una pared de una calle que en realidad era el único reloj en todo el pueblo y que los que vivían cerca era fácil para ellos saber qué hora era, pero para los que vivían lejos era difícil saber qué hora era.
Hasta que un hombre, que vivía lejos, se cansó de estar caminando o llegando en movilidades, entonces se hizo un reloj que era de la misma forma que el primero y por eso pensaban que el se lo había llevado al primer reloj y por eso lo metieron a la cárcel. Estuvo un mes allí porque los vecinos pensaban que era el primero y que no iban a encontrar nada en el centro del pueblo, hasta que un hombre les dijo que era otro reloj porque dijo que si fuera el primer reloj, las personas de las otras partes del pueblo estarían viniendo hasta allí, entonces se dieron cuenta y lo soltaron con la condición de que se los haga un reloj propio para cada uno y que le pagarían mucho.
Entonces aceptó y le dejaron ir y le pagaron mucho y se volvió famoso e hizo relojes hasta para otros pueblos y le pagaron tanto que hasta dono a los pobres.


Autor: James Cesar Chambi Quispe



LA CAJA DE CARTÓN


Había una vez una caja que siempre sabe estar vacía porque nadie sabía que era hasta que un día un hombre de EE.UU. que hablaba en ingles y nadie le entendió que es lo que decía, entonces de todas formas nadie sabía que era.
Otro día vino otro extranjero pero éste sabía hablar en ingles y les dijo que el estadounidense decía que era una caja en donde se puede guardar muchas cosas pero que si quieren hacer una no podrán porque no son tan inteligentes y que si lo rompen tendrán que pedirles a los estadounidenses que son más inteligentes que ellos porque que saben de que esta hecho la caja.
Hasta que lo rompieron y no quisieron ir hasta Norteamérica donde decían que son más inteligentes entonces quisieron descubrir de que está hecho y es de cartón y los extranjeros se sorprendieron porque lo descubrieron y ellos pensaban que no iban a descubrirlo pero lo hicieron e hicieron más cajas que ellos y guardaron sus cosas en aquellas cajas entonces ganaron a los estadounidenses.


Autor: James Cesar Chambi Quispe




LA PEQUEÑA PIEDRA


En un pueblo había algo que era tan pequeño pero tan peligroso como un gigante, era la piedra en la cual todos se tropezaban y se lastimaban mucho que se iban de la ciudad para no volver a tropezarse en la piedra pero no podrían dejar de ser torpes porque eso no es causa de la piedra porque eso es causa de sí mismos pero al menos la piedra les hacía reflexionar para que no siga siendo torpes, al menos la pequeña piedra tenía una gran función.
Hasta que un día la útil piedra se la llevaron los extranjeros para que su ciudad esté tan reflexionada como la de ellos que ya nunca más fueron torpes hasta ahora y que ya nadie era torpe en toda la ciudad pero en España nadie era torpe entonces se la devolvieron a su pueblo y otra vez las cosas volvieron a ser las mismas de siempre.


Autor: James Cesar Chambi Quispe





EL FOTÓGRAFO GENEROSO


Había una vez una cámara que era de un señor llamado don Jacinto que era un fotógrafo que siempre era bueno y generoso y que de la misma forma le trataba la gente, es decir que ellos también le trataban bien un día se encontraba en la calle y que saludo a todas las personas y también le saludaron, él tenía buenas fotos porque su cámara era de muy alto precio.
Otro día vino un hombre que era extranjero y que cuando vino no saludo a nadie y ellos tampoco le saludaron, también era fotógrafo pero él no les trataba bien a nadie, otro día la gente lo vio con su mamá y el hombre le trataba tan mal como a ellos los trataba, entonces ya nadie hablaba con él porque era malo hasta con su mamá.
Él se sintió tan triste que decidió amigarse con todos y disculparse de su mamá para que vuelvan a tratarle mejor o por lo menos ya hablarle, porque ya nadie le hablaba porque no querían que les trataran tan mal como él les trataba.
Entonces aprendió que debe tratar bien si quiere que le traten bien.


Autor: James Cesar Chambi Quispe



LA GOMA DE BORRAR


Había una vez un niño que tenía una goma de borrar que él quería que se acabara para que se lo compre otro su mamá porque él vio otras gomas mejores según él, pero en realidad eran solo más grandes que el suyo. Pero él no lo sabía porque sus amigos le dijeron que esas gomas son mejores.
Pero en donde su mamá compró esa goma le dijeron que esa goma era eterna y que no se iba a acabar nunca pero el niño no lo sabía y siguió triste por querer esas gomas nuevas.
Un día su mamá vio lo triste que estaba y entonces le preguntaba porque pero él no le respondía porque pensaba que ella no tenía dinero para comprarle esas otras gomas nuevas que se vendían.
Pero un día su mamá se dio cuenta que estaba triste por esas gomas que tenían sus amigos y decidió explicarle porque ella compró esa goma y le dijo que era porque era eterna y no se acabaría nunca y los que deberían estar tristes o celosos son sus amigos porque ellos no tienen una goma eterna y que no este triste o celoso. Y el niño dejó de estar triste y les explicó a sus amigos de su goma y ellos se pusieron más celosos que él cuando estaba celoso.

Autor: James Cesar Chambi Quispe



EL BOLÍGRAFO CON TINTA INVISIBLE


Había una vez un niño que tenía un bolígrafo que no escribía pero era nuevo entonces él quería descubrir para que servía porque él se lo compró con su dinero entonces no podía haber malgastado ese dinero.
Su mamá le decía que malgastó su dinero en ese bolígrafo que no servía para nada pero en realidad tenía una función que casi nadie de los que se compraron ese bolígrafo habían descubierto y era que su bolígrafo tenía tinta invisible y que eso lo descubrió cuando quería descubrir su función y vio que tenía una lamparita, al comienzo no sabía para que era la lamparita pero luego intentó ver en la oscuridad lo que había intentado escribir con el bolígrafo y vio todo lo que había escrito entonces se dio cuenta que el bolígrafo que tenía estaba con una tinta invisible que solo se veía con la lamparita que había en el bolígrafo.
Entonces empezó a hacer travesuras con el bolígrafo especial, escribió en las paredes: “la profesora es muy aburrida y es muy tonta en darnos tan poca tarea”, le dijo que hiciera eso un amigo y él le hizo caso.
Pero un día le vieron escribiendo eso sus compañeros, le quitaron su lamparita y vieron lo que escribió, le avisaron y mostraron a la profesora, le quitaron su bolígrafo, le avisaron a su mamá y su mamá le castigo con que no le de dinero para su recreo y para mayor precaución le iría a recoger del colegio.
No tenía que comprarse ese bolígrafo especial.

Autor: James Cesar Chambi Quispe


EL PEQUEÑO INVESTIGADOR


Había una vez un niño que quería ser un detective cuando sea adulto y que jugaba en el recreo a que era un investigador y tenía que atrapar al que cometió crímenes en el recreo y en la entrada al colegio, él solo se ponía a buscar a sus amigos “prófugos” y a encontrar pistas de donde pueden estar escondidos, él siempre iba al colegio con su lupa que le daba un aspecto de detective muy formal y elegante.
Siempre jugaba con sus amigos en el recreo y sabe estar con su lupa hasta que el día en que le quitaron su lupa, el se puso tan triste que hasta ya no quería ser un detective porque creía que no iba a poder serlo.
Sus amigos le decían que no este triste y que algún día si sería el mejor investigador del mundo y que nadie le haría competencia por ser el mejor, pero él ya no quería serlo porque si alguien le quitara algo a alguien él no sabría donde buscar, pero sus amigos no dejaron de apoyarle hasta que se decidió y empezó a buscar pistas de donde podría estar su lupa.
Hasta que un día descubrió que los que le quitaron su lupa fueron sus amigos porque querían que cuando sea adulto y este en esas condiciones no se rinda, sino recuerde el día en el que le quitaron su lupa y le eche más ganas a su trabajo de detective o investigador.


Autor: James Cesar Chambi Quispe


EL CARACOL Y LA TORTUGA


Había una vez un caracol que siempre sabe estar triste por su lentitud y porque tenía que nacer caracol y no podía ser un gato o perro o todos los animales que son rápidos.
Pero él siempre se preguntaba porque tenía que ser un caracol, un día conoció a una tortuga que era tan lenta como él, entonces se hizo su mejor amigo, desde ese día los dos siempre están juntos y no se separan ni un solo momento porque no pueden por culpa de su lentitud, la tortuga también sabe estar triste hasta que lo conoció al caracol. Un día quisieron saber quién de los dos era más lento e hicieron una competencia, fue muy reñida pero al final el que ganó fue... la tortuga.
El caracol se puso tan triste que ya no quiso hablar con nadie más que con su conciencia que era su único amigo en ese instante.
Pero la tortuga decidió hacer una revancha porque no resistía ver así a su amigo, pero esta vez sería sin los caparazones, solos sin ningún estorbo y livianos. Pero esta vez el que ganó fue el caracol, entonces la tortuga vio que el caracol tenía el caparazón más pesado que el suyo, entonces la tortuga empezó a decir que el caracol llevaba a su casa entera detrás de él porque su caparazón era tan pesado como la casa entera para un hombre.


Autor: James Cesar Chambi Quispe

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